Expresarte desde tu don de la Cautela Emocional
De cómo salir de esos procesos internos y bloqueos creativos en los que nos quedamos de más, para luego volver a compartir(te).
Estoy de regreso!…
Ha sido la primera vez que paso varias semanas sin escribir en este espacio. Entre una pausa anticipada (que inicialmente iba a durar solo unos días) luego de un año publicando semana a semana y el mar de confusión derivado de todo lo que sentí en este tiempo que me llevó a postergar mi regreso a Substack. Buscaba ser responsable con mi escritura e integrar un mensaje en el que no forzara mis palabras o intenciones para lo que llegaría a compartir aquí.
Tanto para emprender como con escribir, me he sentido con una mezcla de inseguridad y culpa pero luego me calmaba preguntándome ¿cuántas veces has navegado por este proceso emocional en los que es necesario quedarse un poco más?
Sí, en un inicio busqué conectar conmigo para permitirme desacelerar, disfrutar de la quietud y observar con calma cómo se alineaban las cosas desde la inacción. El contraste fue que tomé esta pregunta como una excusa que me diera el permiso de quedarme ahí por más tiempo, rebasando ese límite de lo sano para mi energía.
En ocasiones nos dejamos llevar por un tren de pensamientos del que no nos bajamos, en el que nos quedamos en una zona de confort que facilita que nada cambie y que nos lleva a olvidarnos de los grandes pasos que hemos dado; incluso a no sentirnos con la voluntad para tomar un nuevo camino y en un extremo hasta auto-sabotearnos escuchando esas voces de viejos patrones que nos dirigen hacia bloqueos creativos hasta guardar y ocultar parte de nuestra esencia.
Los viajes conscientes inician para transformar esa realidad, buscamos un impulso a la evolución que nos invite a reinventarnos, a conectar con nuestro fuego interno y descubrir más de lo que tenemos disponible siguiendo el camino trazado por nuestra curiosidad y propósito. Otra vez empecé a navegar uno con la intención de encontrar una versión de mí con mayor fortaleza tanto interna como externa, y como siempre, hallar mayor claridad y confianza para dar un nuevo Salto de Fe y descubrir una nueva recompensa que encendiera mi ser y activara una renovada pasión para crecer junto con Zåjni.
Mirando un par de meses atrás, me fue evidente que mi propio viaje comenzó desde Mayo en el momento en que, sin desearlo, comencé a distanciarme de este espacio que me ha dado tanto, del que me he inspirado mucho, desde el que veo el mundo a través del lente único de otras almas que comparten lo que sienten, reflexionan y aprenden, etc.
Veía que cada semana se me acumulaban decenas de cartas por leer de varios Substack’s a los que estoy suscrito y a la vez, conforme avanzaba Junio, pareciera que me quedaba ya sin más algo que compartir una vez que relataba de los varios aniversarios que coincidieron en ese mes. Festejos de los llegué a sentir culpa por no celebrarlos de la manera en que los hubiera gozado más, ya sea viajando, creando espacios de reflexión y aprendizaje con mi comunidad o publicando nuevos episodios propios o con invitadxs en mi Podcast, entre otras maneras más.
La vasija de mi escritura pareciera que se hubiera llenado con tantas palabras e ideas que solo saturaban el espacio de una mente insaciable por conocimiento y distracciones del mundo material. Mientras que mi cuerpo por el contrario me llevaba en otra dirección en la que pedía que esa vasija se vaciara por completo, para dar hogar a nuevas hojas en blanco, uno que otro borrador y esos mensajes en esos otros Substack’s, libros y podcasts que encontraban la forma de quedarse y servirme de gasolina para este nuevo viaje consciente al que había sido llamado por mi las sincronicidades y mi diseño humano.
¿Qué fue lo que me llevó al bloqueo?
Las últimas semanas las dediqué en su mayoría a prácticas matutinas y sesiones sabatinas dentro de un programa grupal (y pudiera decir que intensivo) de terapia somática con enfoque en la ansiedad; dichas prácticas se combinaron con diversos estímulos externos como “Inside Out 2” (uno de mis borradores es sobre esta película en la que solté un mar de lágrimas en el cine), sesiones de terapia transpersonal, una carga de trabajo más saturada (con un estrés semi-controlado) en mis proyectos freelance y una rutina con mayor disciplina para fortalecer físicamente mi cuerpo.
En un inicio me sentí confrontado por este trabajo somático profundo en el que, a diferencia de lo que normalmente experimento, se recomendaba quedarse más en las prácticas de movimiento y dejar un poco de lado la escritura con tal de pasar más tiempo escuchando mi cuerpo, visualizando y hablando con esos personajes que representaban esas versiones de mí que me bloqueaban y/o mostraban la ruta para liberase de patrones relacionados a la resistencia al caos, soltar control, la procrastinación para pasar a vivir más en el flow, la flexibilidad y la confianza.
Pasé por prácticas auditivas, de respiración consciente y de baile terapéutico, también compartía vía Telegram o Zoom con otras “alquimistas”, con quienes me sentí en un espacio seguro y de apoyo. A veces unas prácticas requerían más introspección y dejaba pasar uno que otro día, y otras simplemente disfrutaba de tomar 2 ó 3 de ellas mientras salía simplemente a caminar por las mañanas.
Este proceso de autoconocimiento sin duda fue más exigente del que estaba acostumbrado con otras prácticas o las que he incluido en mi día a día, porque en un corto tiempo requería de transformar grandes narrativas, de compartir a diario por voicenotes o mensajes lo que mi cuerpo me decía. Si bien de otras maneras lo escucho haciendo journaling, yoga, corriendo, meditando, etc. en este nivel y velocidad apenas me dejaba con la energía suficiente para realizar las prácticas somáticas, continuar mi rutina de ejercicio, atender diversos compromisos y no descuidar mi agenda de trabajo que exigía mucho de mi atención y análisis.
Es más, preferí cambiar el libro que estaba leyendo -The Inner Marriage. A Guide to Masculine and Feminine Polarity Work- por otro que me diera más espacio para el trabajo de sombra de este programa de alquimia de la ansiedad. Así que mejor acabé el libro de The Way of the Fearless Writer que invita con más ligereza a conectar con la pasión de ser un escritor intuitivo. Ya de por si el segundo libro lo amé y en este tiempo me ayudó a fluir en mi “escritura líquida” y contener mi espacio emocional a través de los ejercicios journaling que el libro propone, más hice el cambio del primer libro (que también es una joya desde los primeros capítulos) porque más allá de leerlo y subrayar las ideas más relevantes, requiere de ir más profundo estudiando, probando e integrando sus conceptos y frameworks.
En fin, por ese esfuerzo de sostenerme en este viaje interno, con todos sus estímulos, prácticas, rutinas, etc. fue que durante algunos días pasaba de subir y bajar rápidamente de peso y/o sentir dolores puntuales en la cadera, uno de mis hombro y en una de mis rodillas. Mi cuerpo ya no solo me hablaba, me insistía en que YA había que conciliar con las viejas narrativas que resurgieron en este proceso, romper la burbuja emocional a la que me llevaron algunas de mis sombras y cerrar la etapa de disolución para continuar en mi aventura evolutiva.
Atento las sensaciones que experimenté, llegué a 4 conclusiones que darían paso a reinventarme con mayor claridad y a un punto de no retorno:
Que reafirmaría mi promesa de hace años de no volver caer en un estado de ansiedad prolongado. Que soy libre y capaz de transformar esa energía a mi favor y canalizarla para mi bien y un propósito mayor.
Que estoy agradecido por las herramientas que he aprendido en los últimos 3.5 años para escuchar mi cuerpo, seguir mi intuición, reconocer mis sombras, ser consciente de mis dones y sanar mis heridas emocionales.
Este proceso de convertirme en alquimista de la ansiedad ha tenido su precio de energía, que me ha llevado también a cuestionar mis prioridades, es decir, ¿si invierto el tiempo en lo que me revitaliza y enciende verdaderamente mi corazón?
Que requería una experimentación más profunda de mis rutinas conscientes y honrar la intención con la que había decidido conectar con los dones que elijo activar desde la magia de la presencia.
¿Cómo ha sido mi desbloqueo?
Hace más de un mes te platiqué de la más reciente elección de los pilares para mis rutinas conscientes con base en mi Diseño Humano, con los que intencionalmente entro en un viaje consciente para fortalecerme alineado a mis dones, profundizar en la conexión con mi cuerpo y anclarme a mi propósito. Y por todo lo que te he contando, uno de los que más he requerido anclarme ha sido el de la Cautela Emocional ubicado en la Puerta 12 de mi Centro de la Garganta.
Este don nos invita a honrar nuestros estados de ánimo, darnos el tiempo de sentir y luego expresarnos cuando nuestro ser sabe que es oportuno, abriendo la puerta a un lenguaje único que canaliza nuestras emociones y nos da claridad emocional. Para el escritor intuitivo, este don representa su faro de conexión y profundidad emocional, especialmente en tiempos en los que la ansiedad, la culpa y la falta de inspiración traen esos bloqueos creativos que lo alejan de su flow.
La ansiedad a menudo aparece cuando intentamos forzar nuestra creatividad en momentos en los que no estamos emocionalmente alineados. La Puerta 12 nos enseña que es vital esperar paciente e intuitivamente hasta encontrar claridad en nuestro estado de emocional antes de manifestar nuestra voz. Este acto no es un signo de debilidad, sino de sabiduría y discernimiento para asegurar que nuestra expresión sea auténtica y llegue en el momento en que aporta más valor para quienes requieren escuchar de nuestro mensaje.
Como emprendedor consciente, también significa permitir que las emociones fluyan libremente sin miedo al juicio o la crítica por lo que crearás. La ansiedad y el bloqueo creativo pueden ser vistos como señales para redireccionar tu energía y encontrar nuevas formas de expresión, como invitaciones a solicitar apoyo de personas que te retroalimentan cuando les muestras un lado vulnerable de tu proceso de crecimiento, como motivos para sacudirte y regresar a tus rituales que despiertan tu chispa de inspiración y dan espacio a que regrese tu genio creativo.
Así que con los aprendizajes de mí último viaje consciente, decidí transformar varios borradores en esta reflexión que he escrito a lo largo de un par de semanas, con diversos rituales y en especial nutriéndome de la esencia de diversos lugares para avanzar de etapa en mi viaje consciente, tal como lo había escrito antes…
Viajar y escribir desde distintos lugares es una experiencia transformadora para el escritor intuitivo y el emprendedor consciente. Este regalo que nos damos al cambiar de aires reduce los bloqueos creativos y la ansiedad, a la vez que activa el don de la cautela emocional con mayor profundidad.
Sé que varios de mis suscriptores lo tienen muy presente porque básicamente se trata de su estilo de vida, pero para los que no, tal vez les sirva como un llamado a la acción:
Viajar te sumerge en nuevas culturas, paisajes y experiencias, proporcionando un cambio de perspectiva que es esencial para la creatividad.
Cada lugar te ofrece una oportunidad de salir de tu burbuja emocional, para romper las barreras de la zona de confort de la ansiedad y lograr ver el mundo desde un ángulo diferente, lo que puede desbloquear nuevas ideas y enfoques en tu escritura y emprendimientos.
El cambio de aires puede ayudarte a conectarte más profundamente con tu entorno, sintonizando con las vibraciones y energías locales. Esta conexión puede inspirar tu escritura y permitir que tu voz resuene con autenticidad y claridad. El acto de viajar es un bálsamo para la ansiedad. La emoción de lo desconocido y la aventura de explorar nuevos territorios puede desplazar el enfoque de tus preocupaciones hacia las maravillas de lo que te rodea.




Publicar de nuevo ha sido gracias a estar en esos destinos como el de mis raíces que están en Rioverde SLP. con su calma y sabores únicos, o recién aprovechando un tiempo de desconexión desde Bernal QRO con la energía que brindan su mágico monolito y esas calles que te llenan de asombro, y desde San Miguel de Allende GTO con sus colores y vistas que te enamoran.
Entre esos lugares he aprovechado de estar más con mi familia, de degustar los antojitos locales, de impresionarme por nuevos paisajes, de sentarme en diversos lugares para observar la vida local y seguir con el hilo de inspiración para que mis palabras traigan sanación interna y a la vez fueran de utilidad para quien las leyera hoy. Y así encarnar ese fearless writer que atraviesa diversas puertas hacia un entorno abundante en el que florezca su esencia y de paso al flujo de ideas.
Por calma mental y estar más presente en la experiencia, en estos viajes decidí no publicar nada en las redes sociales, ni siquiera una sola foto o video en stories. Aproveché para enfocarme en mi hábito de lectura (ya estoy con “Tantra of the Yoga Sutras”, que además llega con mucha sincronía por el significado en sanscrito de sus palabras, ya te contaré más), en alimentarme con mucho gozo e intuitivamente, en disfrutar de hacer ejercicio en espacios en los que se respira pureza, en honrar mis tiempos cada mañana para los rituales en los que provoco esa alquimia para un nuevo combustible y la manifestación de un nuevo salto de consciencia.
Estoy por finalizar mis viajes, escribo estas últimas líneas desde una cafetería llamada “Lavanda” en San Miguel de Allende antes de moverme a Guanajuato para recorrer sus callejones y cientos de escaleras para mañana cerrar el recorrido en una ceremonia de té con @sarateajournal y ahí agradecer por lo vivido, meditar para establecer la intención con la que quiero retomar mis reflexiones semanales en mi Substack y los proyectos de Zåjni que se me quedaron en el tintero.
Luego de este proceso ya me siento full-alineado con lo que canta en su nueva canción (que escucho como disco rayado desde su lanzamiento) y puedo decir que siento que “he soltado la piedra que estaba cargando”, “que reconozco que la vida no tiene sentido contrario”, y que fluyendo en esta libertad estoy listo para descubrir “¿qué sigue?”.
Un abrazo, Josh
- #YNWA
Josh, wow. Gracias, recibo tus palabras
Qué placer leerte ❤️ ¡Bienvenido devuelta!