Brotar con Intención es una serie de reflexiones para profundizar en los Pilares de mis Rutinas Conscientes. Hablaremos de esos nutrientes que nos ayudan a fortalecer las raíces de nuestro cuerpo, encarnar nuestras intenciones, integrar nuestras sombras y fluir en armonía para brotar la expresión única de nuestro ser.
He encontrado en Substack mucha fuente de inspiración en poemas, cartas, relatos de personas que desde su vulnerabilidad y creatividad se comparten. Y en sus palabras logro ver su luz en forma de sentimientos, creencias, puntos de vista y lecciones que desde sus experiencias han sentido.
Una de estas inspiraciones llegó en sincronía (como lo mejor en la vida) por parte de
que publicó acerca de “La Magia de los Ciclos”, a quien le doy mi agradecimiento y el crédito de inspiración de lo que hoy estaré contándote acerca de los Ciclos porque eso que compartió hace exactamente 2 meses resonó conmigo esta semana.Además se alineó a lo que publiqué la semana pasada sobre mi Puerta 42 en mi Diseño Humano, y esta idea ha estado presente desde hace 14 meses cuando leí a Andrew Wallas (de quien te platiqué en “El Amor es SÍ Cumplirte tu Palabra”) que en su libro Intention nos enseña que hay que darnos el tiempo para “deshierbar” para darle la oportunidad a nuestra semilla (Intención) a que alcance su máximo potencial y cosechar su abundancia.
“We cannot change something or integrate something unless we have an awareness of it”
Andrew Wallas - Intention Pag. 118
Primero, me gustaría transmitirte mi perspectiva sobre cuándo en verdad se originan los ciclos. Muchos de ellos en mi vida los identifico por distintos Puntos de Inflexión en mi Soulpreneur Journey, ya sea por esos aha! moments o puntos de crisis que son los que traen las mayores lecciones a integrar y honrar. (FYI, esto es parte de mi Metodología de Storytelling Consciente)
Reconociendo estas experiencias he llegado a creer que no comienzan o se cierran cuando: es el primer o último día en tu trabajo, te cambias a vivir a otra ciudad o regresas de un viaje largo, conoces un nuevo amor o cortan la relación, etc. para mí sucede pasos antes: cuando tienes la valentía de aplicar o renunciar, cuando eliges cambiar de destino, cuando te das cuenta que esa persona te resta brillo y/o ya no está alineada a ti, cuando eliges recibir un nuevo amor porque has hecho el espacio en tu corazón, sabes lo que vales y quieres compartirlo con esa persona.
Son pasos antes, no cuando la mente considera que al actuar llega el inicio o fin de un ciclo, sino más bien cuando tu cuerpo siente esa revelación para avanzar, cuando tomas una decisión consciente que te hará bien y te comprometes a que se convierta en realidad.
Y podrán pasar horas, semanas, años, el tiempo que para ti se requiera (no lo que crees que a otros les lleva sanar, atreverse, cambiar). Más tu intuición se nutre en ese inter con las lecciones a integrar de dichas experiencias. Y una vez está lista para guiarte, es entonces que le escuchas y te dispones a preparar de nuevo la tierra en que plantarás la semilla de tu intención, quitarás la maleza, harás espacio para que le llegue la luz del sol y determinas qué quieres que brote de ella en el jardín de tu vida: un viaje, un proyecto, un emprendimiento, una relación, etc.
Como ves el iniciar o cerrar un ciclo van juntos, son un mismo punto de inflexión en el que no se trata solo de decir que harás algo diferente a partir de ese día, sino de en verdad sentir que lo harás distinto. Le aportas un significado profundo a ese momento, sabes que en esa intención habrá transformación y para honrarla implica ser consciente de qué emociones quieres navegar, qué creencias vas a fortalecer, que relato (te) empezarás a contar. Ahí sabes que en verdad estás listx para vivir ese ciclo con intención.
“Los ciclos tienen su propósito y su propio tiempo de cocción. Cuando cumplen con su misión, no te lanzan al vacío sin estar preparada, más bien te dan una palmadita en la espalda susurrándote un: Bien hecho. Siguiente nivel abierto.” - Vale Carrera
Y es justo ese mi punto, das el Salto de Fe cuando el ciclo cumple su misión para que te encarnes en esa intención de cambio y te has preparado para que en ese impulso no te quedes en el vacío, más bien para que aterrices del otro lado lleno de nuevas posibilidades.
Y si caes en el vacío, tal vez sientas que sigues en el mismo lugar, sin alcanzar esa revelación, crecimiento, transformación. En ese punto donde te estancas y dejas que tus creencias limitantes te sujeten o te convezcan de que te aferres a ellas, porque te dicen que estás una zona segura y de la que no tienes que moverte. Más hay una fuerza suprema/divina que es sabia y te da la oportunidad para saltar otra vez, la altura o distancia que necesites, para que aprendas un poco más hasta desapegarte de esos condicionamientos y puedas desbloquear la sabiduría que tiene ese ciclo.
Una vez sucede ese desbloqueo, es que te permites confiar en tu intuición y en ese ideal elevado que miras con anhelo y deseo para hacer que suceda esa transformación y agradezcas todo lo que tu ciclo te enseñó y abraces el nuevo con mucho gozo y amor.
¿Cómo alinearte a un nuevo ciclo?
Una mirada personal del desapego y la disolución.
Son tan importantes los ciclos porque en ellos vemos el Poder de nuestra Historia, en esa Etapa de Disolución de tu Viaje Consciente descubres quién has sido, quién eres hoy y en qué tipo de aventura te quieres embarcar para descubrir quién puedes ser en tu máxima expresión.
Es en esta etapa dejas que la versión anterior o viejas formas “mueran” en ti. Te enfrentas al dilema de aferrarte o soltar, de cambiar una narrativa de ti por la duda expansiva de en quién te podrías convertir, el dilema de dejar atrás zona de confort y abrazarte con fe.
El ciclo que representa este dilema, no llega forzado, llega en el momento oportuno aunque se sienta que aparece de repente o sin invitación. El ciclo responde a ese Llamado del Alma, que ya sabe que estás listx para dar el siguiente paso en tu transformación y crecimiento.
En mi primera reflexión de Saltos de Consciencia te hablé de este llamado y del porqué dar ese paso significa encontrarte con más confianza y valentía para honrar tu llamado. Más siento que es el momento de abrirme un poco más contigo y desde esta vulnerabilidad te contaré una historia de cómo pude cerrar y comenzar uno de los ciclos más importantes de mi vida.
Recuerdo claramente esa etapa hace un año en el que la carga o peso de mis creencias limitantes se hizo más evidente que nunca. Estaba atrapado en un ciclo interminable de autocrítica y sueños detenidos. Cada día parecía una batalla contra mis propios pensamientos, buscando conectar con algo que me llenara de nuevo. Consciente de esta verdad incómoda: me seguía aferrando a ideas y comportamientos que no estaban alineados a mi propósito.
Identificar este despertar de consciencia no fue fácil. Había requerido de una mirada profunda hacia mi interior, enfrentando mis miedos más arraigados y desafiando las narrativas auto-impuestas que habían condicionado mi vida durante tanto tiempo. Pero a medida que me sumergía en este proceso de autoconocimiento, comencé a vislumbrar la posibilidad de liberarme de estas cargas emocionales y mentales.
Fue el 30 de enero del 2023 durante una sesión de Wild Spirit con Fer Pasquel que el punto de inflexión finalmente se hizo presente. Había llegado con Fer envuelto en un mar de emociones que me inquietaban, con mucho ruido de voces externas (pero cercanas e influyentes) que me hacían dudar de mi soberanía y que sin notarlo apagaba mi brillo, que me sujetaban con egoísmo y miedo para no que no avanzara hacia una vida más auténtica y plena.
Fer me facilitó el notar que me encontraba atrapado en patrones repetitivos de pensamiento que solo servían para alimentar mi ansiedad y autoexigencia. Cada vez que me orientaba a una dirección de mi autenticidad, mi primera reacción era la de esconderme en la autocrítica y carencia. Sin embargo, al tomar consciencia de este patrón, comencé a cuestionar su validez y a explorar nuevas formas de responder a las situaciones de la vida con más compasión y aceptación. Le di otro significado a las palabras de esas voces, dejé de sentir vergüenza de mí y por eso pude fortalecer las raíces de la intención de ese viaje de autoconocimiento.
Conoce más de lo que exploré con Fer…
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Ese despertar consciente, ese punto de inflexión de mi ciclo, se manifestó en pequeños destellos de claridad a lo largo de los días. Podía sentir el llamado de mi alma a soltar estas cadenas que me ataban al pasado, impidiéndome abrazar el presente con todo su potencial de crecimiento y transformación.
La revelación para el cambio comenzó a tomar forma lentamente, como un rayo de luz abriéndose camino en la oscuridad. Si bien percibía una profunda sensación de desconexión con mi esencia, también me di cuenta de que ya no podía seguir viviendo en la carencia, que mi espíritu quería tomar las riendas. Había un anhelo profundo dentro de mí, una voz suave pero persistente que me llamaba a aventurarme más allá de mis límites y entorno de entonces. Un fuerte deseo de vivir una vida más auténtica y significativa.
Al haberme embarcado en mi viaje de autoconocimiento puse la intención de vivir una vida más alineada con mis anhelos y propósito. Reflexioné sobre lo que realmente era importante para mí en la vida y me comprometí a tomar decisiones que me permitieran cosechar los frutos de esa intención.
Por ejemplo, me di cuenta de que mi bienestar emocional y mi autenticidad eran aspectos fundamentales que no podía ignorar más. Y más allá de haber renunciado a mi trabajo del día a día y hacer la entrega de mi puesto con tiempo y en paz, me comprometí más a lo largo de los meses con mis prácticas de auto-cuidado y presencia que nutrieran mi ser.
Me gustaría decir que nunca me distraigo en lo que opinan las personas de mí. Me gustaría decir que me es muy fácil no pensar en la lista de pendientes del día siguiente. Me gustaría decir que cuando algo no sale como espero, confío plenamente en que todo sucede por una razón que no comprendo y es para el bien mayor. Me gustaría decir que si alguien presiona o me busca con urgencia, yo atiendo a esa persona desde la calma y presencia. Pero sabes que no es así, somos humanos y en la medida de lo posible intentamos estar en balance.
Por eso la importancia en mi caso de anclarme a una Rutina Consciente que diseñé entonces con base en el Running, Yoga, la Limpieza Energética de mis espacios, la Lectura de Oráculos para sintonizar con mi intuición, etc. las cuales me ayudaron a cultivar una mayor claridad y conexión conmigo mismo.
Comprometido con mi Rutina Consciente para hacer brotar mi intención, supe que el primer paso era abrazar este ciclo e invitar de nuevo al desapego a acompañarme, no solo para iniciar en ese entonces mi emprendimiento, también para regresar al brillo de mi esencia. Sabía por experiencias previas que no sería un camino fácil; que tendría que mantenerme con el coraje, con perseverancia y la tenacidad para vivir plenamente mi vida, dejando ir lo que ya no me servía.
El proceso de desapego, además de representar ese permiso que nos damos a aceptar que las experiencias sean lo que tengan que ser, sin aferrarse a expectativas o falsas ilusiones, también es sobre identificar en dónde hay una presión por no soltar cuando algo ya no te aporta o cuando incluso sabes que es momento de que eso florezca en otro jardín que no sea el tuyo.
El desapego es invitar a tu cuerpo a hablarte y dejar que la mente vaya a jugar a otro lado con su tren de pensamientos. Desde esa conexión con mi cuerpo y vivir una vida sin prisa fue que solté con más ligereza mis creencias limitantes, relaciones tóxicas y comportamientos obsoletos que no me nutrían. Este reconocimiento fue un paso clave hacia la liberación de mi espíritu, fue un acto a amor propio para brotar y florecer en mi ruta auténtica.
Un aspecto fundamental del proceso de desapego fue la práctica del perdón, tanto hacia los demás como hacia mí mismo. Reconocí que aferrarme al resentimiento y al fracaso solo me mantenía atado al pasado, impidiéndome avanzar hacia un futuro más brillante y lleno de posibilidades. Al soltar estas cargas emocionales, experimenté una sensación de liberación y alivio que me permitió abrirme a nuevas formas de ser y vivir.
El desapego en general me enseñó a abrazar la incertidumbre y darle flow a esta transformación, confiando en que al soltar el control, abriría espacio para nuevas oportunidades y experiencias que me llevarían a sentirme auténtico.
Lo que brota al honrar tu ciclo
Recuerda que cada ciclo en tu vida, tiene esos colores de paz y de dolor, que pintan las lecciones y oportunidades para tu crecimiento personal y espiritual.
Si estás aquí leyendo, seguro quieres aceptar la adversidad como parte del viaje humano, y quieres obtener de cada experiencia una semilla de sabiduría para tu crecimiento. A través de la práctica de la aceptación y la gratitud, tienes acceso a esa paz interior que te ayuda a trascender la adversidad y navegar los desafíos confiando en tu intuición.
Una de las formas en que hoy honro los ciclos en mi vida es que en mi Rutina Consciente incluyo ese tiempo para celebrar cada momento como si fuera el último, a ver la belleza de cada momento en sus imperfecciones, a encontrar abundancia en lo esencial de la vida.
Por eso busco cultivar un sentido de admiración por las pequeñas cosas de la vida: la luz del sol en mi rostro al correr por las mañanas, el olor de la lluvia en el asfalto, los aromas en una taza de té, las palabras de admiración en una storie o post.
Al reconocer y agradecer la belleza y conexión con ellas es honras tu energía y fluyes sin tanta resistencia. Conectarás con la versión del desapego que te nutre y te lleva a expresarte desde tu voz auténtica.
Para cerrar, te invito a que consideres nutrir tus intenciones, con aquello que las vuelvan ligeras y gratificantes, suéltales las cargas emocionales y celebra cada lección que tengan para ti. Confía en ese energía renovada y una vez que brote, entrégala esa fuerza suprema/divina y permítete confiar para que confabule contigo a cosechar eso que intencionaste.
Recuerda también hacer tu parte en esa alineación, y te toca comprometerte a nutrir tu ser. Confía en que al hacerlo, llegará el momento en que todo se acomodará para transformar tu narrativa y navegar confiando en que eres sostenido y guiado por tu intuición y lo que expande tu ser.
Para cerrar esta reflexión, te dejo estas journal prompts que siento te permitirán abrazar tus ciclos y ponerles una intención transformadora:
¿Qué te impide soltar las cargas emocionales que te impiden liberarte para atender tu llamado del alma?
Escribe la historia sobre el ciclo o punto de inflexión más reciente en tu vida y luego responde ¿Cómo puedes honrar su cierre y darle la bienvenida a nuevas experiencias y oportunidades?
¿Qué prácticas de gratitud y ligereza puedes cultivar para dejar ir el control y permitir que la vida fluya naturalmente?
¿Cómo puedes practicar el amor propio y establecer límites saludables en tu día a día?
¿Cómo podrías diseñar una rutina para conectar más con tu cuerpo?
Josh me llevo de tu escrito tu invitación a nutrir las intenciones y dejar que todo se confabule a nuestro favor. Y Gracias por la mención.