Bajar el ritmo también te lleva a la aventura.
¿Qué más es posible cuando tu intuición te dice que necesitas darte una pausa?
Estas semanas estuve muy atento a lo que iba pasando con mi cuerpo tras un periodo largo de resiliencia, de mucho movimiento emocional, físico y mental.
Sintiendo por costumbre la necesidad recuperar esa intensa energía con la que venía actuando. Y en contraste, consciente que no esto no me lleva a mi mejor versión, busqué más herramientas para ser más amable conmigo, compasivo y aceptar que ya era momento de bajar el ritmo y pasar a la introspección.
Además del yoga, breathwork y journaling que practiqué en el Reto del Reset Yoga Challenge de The Flow, uno de los primeros pasos clave que hago desde hace meses es seguir la estrategia de mi “Diseño Humano” siendo un Proyector, es decir: tomo el rol de GUIAR la energía. Los proyectores estamos aquí para compartir nuestra sabiduría y lograr que la energía fluya eficientemente para que sea aprovechada con lo los generadores y manifestadores buscan aportar en el mundo.
Estos últimos meses, más allá de mantenerme en una etapa generadora, busqué alinearme más a mi diseño a través de esa guía interna para calibrar mi energía y pasar del polo de la extroversión hacia la introversión, de las acciones a la palabra, del dar al recibir.
Cabe mencionar que soy un Proyector con Autoridad Esplénica, es decir, no estoy condicionado con la mente para tomar decisiones y más bien mi cuerpo (mi centro del bazo) me envía un “mensaje instantáneo” que se puede sentir como un “impulso interior” que me advierte para protegerme, buscando mi supervivencia y bienestar. Por lo que es vital para mí escuchar mi intuición para la toma de decisiones.
Además de esperar por ese impulso sorpresa estando atento a las estimulaciones del exterior (ej, conversaciones random que coinciden con un mismo tema, un déjà vu, un mensaje que constantemente me aparece en redes, podcast, libros, etc.), hay veces que me gusta consultar con mi intuición permitiéndole que la decisión se interiorice y posteriormente reciba la respuesta a través de dicho impulso interno.




Para lograrlo, empiezo una meditación y conectando con mi respiración y en este caso le llevé las siguientes preguntas:
¿Es seguro bajar el ritmo? ¿Requiero tener una pausa prolongada?
¿Qué es lo que mi cuerpo y mente necesitan para descansar?
¿Cómo encuentro la libertad para moverme al otro polo sin culpa o exigencia?
Reconocí que es un regalo darme una pausa, con que ya no era necesario prepararme para hacer más, sino de dar un respiro. Claro que aunque las respuestas vengan en el momento o algunas más con el paso de los días, estas vienen acompañadas de dudas del “no ser” que se alimenta de creencias limitantes o de sombras con las que hace falta trabajar. Más suele ser un proceso rico de autoconocimiento y sentirse pleno cuando decides atender este impulso que puede sacarte de tu zona de confort y empezar un nuevo “viaje del héroe” que desafía tu realidad, tu estatus para ir en busca de ese elixir, ese premio, ese triunfo al final de la adversidad.
Justo, manifestando y escuchando uno de estímulos externos de mi intuición fue que decidí atender el llamado a un nuevo viaje, y tal como suele pasar en este proceso (inspirado en el libro de Joseph Campbell), encontré a mi mentora Maryell Cisneros.
De acuerdo al viaje del héroe, la tercer etapa es encontrar a tu mentor@, quien te guía para ganar confianza a través de sus consejos, entrenamiento o “dones mágicos” para superar los miedos, incertidumbre y obstáculos iniciales que te detienen en tu narrativa para “cruzar el umbral”. Un umbral que representa un compromiso que toma el héroe al dejar atrás su zona de confort (su "mundo ordinario") para embarcarse en una búsqueda, ingresando al "mundo especial" en busca del “elixir para su transformación”.
Apenas llevo unos días en el programa de aceleración personal de Maryell, y una de las primeras actividades es revisar esas prácticas espirituales, hábitos, rutinas, en busca de reducir los estímulos que me generan resistencia a fluir eficientemente con mi energía, que saturan mi visión, que no le dan espacio a la generación de conexiones neuronales para llegar con ideas más frescas, inteligentes e inspiradoras a mis procesos creativos de trabajo en la creación de Zåjni. Sin dejar de lado sus consejos para tomar impulso, enfoque y disciplina con una prioridad a la vez.
Y si, esto no fuera suficiente, busqué una aliada que me proveerá los siguientes meses con una de sus herramientas para estas pruebas/retos de mi aventura de transformación. Dulce Villaruel, a través de sesiones de barras de access me contribuirá con ese “reset” de creencias y limitaciones que desde pequeños tenemos y que al re-programarlas me habilitará para generar “ligeramente” esos cambios que deseo ver en mi vida.
Algo más que te quiero compartir en esta reflexión es el concepto de la ley de inercia, la cual indica que siempre que estableces un movimiento de energía en una dirección vas a encontrar otra energía de igual magnitud en oposición.
Es decir, cuando ya tenemos un orden de movimiento, una manera de hacer las cosas, la inercia está a nuestro favor. Cuando queremos hacer un movimiento que vaya más allá de ese orden, se va a generar un desequilibrio y por tanto la energía tiene que calibrarse y es cuando decimos que nos aparecen los "obstáculos" en la vida.
Hay que aplicar una fuerza para continuar en la nueva dirección y que eventualmente la inercia que estaba en contra se ponga a favor para generar un nuevo orden.
Te cuento esto porque cuando nos planteamos propósitos, en el camino nos vamos encontrando con diversos obstáculos (los retos de esta aventura), que es la ley de inercia procurando reestablecer el nuevo orden; es hasta que conseguimos el fruto de las semillas de nuestras intenciones (las respuestas que vienen de nuestra intuición) que habremos generado la fuerza suficiente para completar el ciclo y conseguir el “elixir” o propósito de nuestra aventura.
En resumen, la etapa anterior fue de invertir la energía en generar, en ser resiliente, en permanecer en constante movimiento. Para cambiar de etapa, dejé que mi intuición me guiará hacia un nuevo camino, una aventura que estará llena de retos, y que mi ser se sabe capaz de superar con mayor confianza ya que cuento con el apoyo de arquetipos de mentorxs y aliadxs para cruzar el umbral y enfrentar los obstáculos.
¿Te imaginas qué más es posible si decides bajarle el ritmo a tu vida? ¿si eliges escuchar tu intuición? ¿y si decides atender el llamado a la aventura?