Entre llamados del alma y malvaviscos
La historia de cómo descubrí mi propósito en Balloon Chile 2014.
“There are moments in our lives when we summon the courage to make choices that go against reason… this is the kind of passionate conviction that sparks romances, win battles, and drives people to pursue dreams others wouldn’t dare.”
Howard Schultz - Onward - Pag. 7
Este mes de Junio estamos celebrando muchas cosas, en primer instancia el 1er año de Zåjni renovando mi llamado a emprender, también se cumplirá 1 año en que lancé este Substack. Pero como te comenté al final de mi última reflexión, este fin de semana también es muy especial ya que se cumplen 10 años de que hice el viaje más importante de mi vida, no solo el primero fuera de mi país o el de mayor inversión económica, sino el viaje que me susurró, corrijo, me Gritó mi Intuición para invitarme a descubrir mi propósito de servicio que mi alma tenía predestinado.
Quiero creer que este punto de inflexión no llegó justo en Junio de 2014, sino meses antes cuando necesitaba de dos cosas:
- La 1ra, llenar una sensación de vacío profesional y personal en la que sentía que estaba destinado para cosas más grandes que co-crear y dirigir un laboratorio de marketing digital, soñar con mi propia startup o competir en carreras de 10km.
- La 2da, alinear el slogan (“emprendedores con sentido humano”) de la universidad para la que trabajaba con una campaña de storytelling, la más disruptiva que crearíamos en el laboratorio y queríamos que fuera totalmente congruente. No íbamos a contar relatos que no fueran auténticos o en los que no creyéramos.
Uno de esos días random en Febrero 2014 que navegaba por internet buscando inspiración para ambos casos, encontré no recuerdo cómo una página de una convocatoria de una empresa que invitaba a postular a jóvenes agentes de cambio a participar por 6 semanas en un programa (no era un voluntariado) de innovación social llamado Balloon Chile. Esa página me llamó tanto la atención primero porque mostraban para mí nuevos conceptos que podríamos usar en la campaña de storytelling, pero eso no fue lo mejor de todo, sino que en ese momento sentado frente a la computadora sentí que todo a mi alrededor se disolvió por un instante y mi intuición me preguntó con claridad: ¿Qué pasaría si te postulas?.
Fue la primera vez que escuché claramente mi intuición y sin dudarlo llené el formulario, pero no desde un pensamiento vago de “a ver qué pasa”, sino con una ilusión y certeza de que había sido el paso que cambiaría para siempre mi vida y que estaba destinado a ser seleccionado para participar en Balloon Chile. Claro, en ese momento no lo sabía pero ese punto de inflexión fue mi primer invitación del universo a atender el llamado de mi alma y meses después dar mi primer salto de fe.
Para no hacerte el cuento tan largo porque faltan cosas más importantes, en los meses siguientes completé exitosamente el proceso de postulación y llegó el momento de dar la renuncia a mi trabajo en el que había crecido exitosamente durante 3 años; una renuncia que de por sí ya sabía que pasaría porque durante esos meses también había definido con algunos miembros del laboratorio que crearíamos nuestra propia agencia de marketing digital a partir del verano.
Llegó el momento de despedirme y agradecer, de dejar la maestría que cursaba en marketing, de conseguir un proyecto freelance para financiar mi viaje y confiar en que lo que prometía esa aventura fuera real y a la vez más de lo que esperaba. Y un 13/Jun/2014 tomé mi primer vuelo internacional con un nerviosismo que tal vez te imaginas, con la expectativa también de que no me sentiría solo porque me encontraría con más jóvenes agentes de cambio de México, Colombia y Chile que también habían sido seleccionados o que serían parte del equipo organizador.
Llegué primero a un hostal en Santiago y al día siguiente tocó conocer a todos al subir a carros y una vagoneta ambientada con canciones de J Balvin y Nicky Jam (apenas se daba el boom del reggaeton en Latinoamérica) mientras nos dirigíamos a nuestro campamento en medio de un viñedo en la región del Valle de Colchagua, donde nos recibieron con regalos y un frío que sufriría durante ese mes y medio que estaríamos aprendiendo y transfiriendo metodologías de innovación y emprendimiento social a +140 emprendedores de las comunidades cercanas.
Este programa por el que pagué $2500 dólares además de incluir el hospedaje, comidas, tours y transportes (excepto el boleto de avión) consistía de varias fases. La primer semana además de ser de integración tomaríamos una especie de capacitación o “diplomado acelerado” (sin igual en ese momento) con todas las herramientas que nos tocaría enseñar a los emprendedores a quienes en las siguientes 4 semanas les daríamos clases, visitaríamos sus casas y negocios para fortalecer sus ideas y confianza, ayudarles a crear alianzas locales e inspirar el desarrollo de iniciativas que impulsaran el turismo sostenible en la región.
En los primeros días descubrí que mis compañerxs, conocidos en el programa como Fellows Balloon, tenían grandes historias detrás, emociones que compartir y sueños alineados a una visión de impacto que sentía que llenaba mi vacío de propósito. Nos fuimos uniendo en cada capacitación y plática profunda, en cada cena descubriendo la gastronomía chilena, con cada queja mañanera por el agua fría y el clima extremo del campamento, con cada risa de que no entendíamos nada de lo que decían los chilenos por la rapidez con la que hablaban y en especial por una necesidad de cantar reggaeton a todo volumen en la vagoneta.


La mágica unión que tuvimos nos llevó a apoyarnos incondicionalmente al dar las primeras clases, a compartirnos historias o nuestras mejores prácticas como recientes instructores de emprendimiento en que nos estábamos convirtiendo. Junto a Ceci, Lina, Karen, Cristobal, Eder, Joshua, Mario, Mauricio, Parrita y los demás Fellows y equipo como el Seba, Álvaro, María, Flo, Pablo, Paloma y la Jose se creó una tribu con un claro Sentido de Pertenencia cuya base iba más allá de la Experiencia Balloon, era el llamado a impactar la vida de nuestros emprendedores.
En parejas de Fellows teníamos asignados dos grupos, uno por la mañana y otro por la tarde en distintas comunidades. Junto con mi Partner Cristobal, nos tocaba hablar del Business Model Canvas o detectar problemáticas de negocio con la “dinámica de la papa”, hasta disfrutar como niños de enseñar con tiras de fideo, cinta masking y malvaviscos acerca de Design Thinking a emprendedores de todas las edades, nivel educativo y contextos familiares que poco a poco fueron bajando sus barreras y abrían su corazón para contarnos sus historias, porque además de agradecer toda la asesoría e interés genuino en sus vidas también compartíamos una motivación para el final de ese mes de clases y visitas a los rincones más inspiradores de sus hogares en donde convivíamos con sus familias.






Para las últimas semanas de clases, cada pareja de Fellows teníamos el deber de seleccionar a los 3 mejores proyectos de los 30-40 emprendedores que teníamos en nuestros dos grupos. Ya que ellos competirían por un capital semilla de hasta 1.5 millones de pesos chilenos en una ceremonia final en el que darían su pitch ante un jurado conformado por expertos en emprendimiento y representantes de gobierno que apoyaron con las facilidades para ejecutar el programa en la región.
Y aquí llega uno de los momentos más importantes en este relato, porque este va más allá de cómo viví la experiencia, sino de cómo descubrí el rol que quería encarnar por el resto de mi vida, el de ese “Mentor” o “Ermitaño” que en el viaje del héroe de este Balloon Chile acompañó a 2 de sus heroínas seleccionadas para la ceremonia final, en su aventura para que creyeran en sí mismas y el impacto que podían generar sus historias. Gracias a ellas logré encontrar mi propósito.
Gilda López
Ejemplo de innovación, empoderamiento y curiosidad en su máxima expresión. Una joven madre introvertida y soñadora que no permitió que la falta de apoyo moral de su familia le impidiera ganar el 1er lugar y por tanto el máximo premio de capital semilla gracias al diseño de unos pantalones que protegerían a su esposo y a más trabajadores de viñedos de las condiciones del frío y desgaste de su indumentaria de trabajo. Mejoraría las condiciones de trabajo de cientos.
Si bien trabajamos en su pitch y contar la historia de cómo llegó a detectar dicha innovación, fue la seguridad en su voz y su idea en la que dedicamos más tiempo porque en ese momento éramos los únicos que creíamos en ella y tenía miedo al rechazo, no tanto de su pitch sino por la opinión de los amores de su vida.
Gilda me inspiró a no guardarme las ideas en las que creo, a confiar en mi intuición y en quien me brinda su ayuda de corazón. Cambió la narrativa que tenía su propia familia de ella y obtuvo no solo aprobación e independencia, también las palabras de orgullo de su hija. Profesionalizó su taller con el premio y generó acuerdos comerciales con algunos viñedos de la región gracias a que en su pitch defendió su idea ante un jurado que más allá de cuestionarla, le celebró su confianza en ella misma y le reconoció con aplausos su solución de triple impacto.
Fernanda Gutiérrez
Ganadora del 2do lugar de la competencia y mi máximo referente de propósito que tengo en la vida, mi Polaris. Me reconocí en la Feña desde un inicio no solo por la misma edad, también por su espíritu emprendedor, una gran disposición por aprender y por expandir su luz creando sus productos con gozo y pasión.
Conforme fui conociendo su historia, y también el equipo de Balloon Chile, supe de su potencial como agente de cambio, el detalle es que ella no se veía como tal.
Se contaba la creencia limitante de que su creatividad y pasión no eran suficientes para crear el negocio y la vida de sus sueños, que su negocio no podría crecer más allá de su comuna. En si, emprendía una historia que no le honraba del todo.
A los 17 años le forzaron salir de su casa cuando quedó embarazada y como madre soltera pasó varios años ganando apenas la plata necesaria para sostener de ella y su hija, la Gaby. Pasaron los años y llegó a conocer a dos personas importantes en su vida, su actual esposo César con quien tuvo a su segundo hijo, Ricky; y en especial a un amigo argentino que le enseñó a trabajar el cuero agregándole diseños bordados para crear bolsos, cinturones, pulseras y todo tipo de producto al que ella le pudiera sacar un molde y de ahí llevar su creatividad al máximo.
Cuando la conocí, ella tenía sus 26 años y vivía en una casita lejana de la comuna de Santa Cruz, era un hogar humilde pero lleno de amor en el que trabajaba en un corredor externo y en ocasiones Ricky le “ayudaba” con un martillo. Ahora ella tenía la fortuna de que tenía cerca a su bebé mientras trabajaba, a diferencia de años atrás que su hija Gaby se tenía que quedar con una niñera o en guardería que además le costaba gran parte de su sueldo como recolectora en viñedos.
Feña asistía a cada clase muy feliz de aprender de sus maestros Fellows, pero en la última semana de clases cuando le tocó presentar su modelo de negocio al grupo no pudo con los nervios y su creencia limitante salió a flote en medio de lágrimas. Esa sombra que le decía que no valía la pena creer en su negocio ni en ella misma. Fue entonces que intervine, además de escucharla para calmarla ocupé con ella el famoso Círculo Dorado de Simon Sinek, solo que en vez de indagar en el “why” fui directo a un nivel más importante y no incluido en esa herramienta, el “Para qué” a través del Storytelling. Luego le pedí que contara su historia frente al grupo y ahí fue que ella misma se dio cuenta de lo afortunada que era de tener un negocio que le permitía estar junto a sus hijos y a la vez la oportunidad de ser un modelo a seguir para que otras mujeres aprendieran un oficio y creyeran en ellas mismas.
Una vez seleccionada para la ceremonia el equipo balloon también dedicó tiempo con ella a bajar el pitch en formato de storytelling para facilitarle el reto, ya nos tocó a Cristobal y a mí practicar con ella y prepararla para su momento estelar.
El día de la ceremonia ella era un mar de nervios, aunque había dejado de ganarle el sentimiento cuando contaba su historia, esos minutos antes ella presentía que lloraría frente al jurado, no quería verse vulnerable. Claro está que no iba a dejar que subiera así al escenario, así que hice con ella unos ejercicios de respiración para luego transformar ese temor a las lágrimas por una emoción de abundancia y gratitud que le llevó a plantarse frente al jurado para contarles con una sonrisa su tremenda historia e intención de crear con el capital semilla un taller en su casa para emplear y capacitar a madres solteras en este arte del trabajo en cuero.
El día que fuimos a canjear los premios de Gilda y Fernanda para sus talleres, Cristobal acompañó en la tienda a Gilda y yo me quedé con Feña y su esposo a seleccionar lo necesario para su nuevo taller y su casa. Mientras esperábamos en un pasillo a que nos confirmaran un stock de unas tablas, Feña me dijo casi al borde de las lágrimas de felicidad que estaba profundamente agradecida por todo lo que habíamos hecho por ella y su familia. Que el hecho de que le ayudé(mos) a creer en su historia y definir su propósito para con otras madres solteras le había transformado la vida; que una muestra de ello era que gracias a este apoyo ella y su hija ya no tendrían que salir en medio de la noche a usar una letrina.
Fue entonces que mi alma se encendió como nunca antes he sentido en la vida, sentí como mis constelaciones se iluminaron y marcaron el rumbo de mi pasado, presente y futuro, sentí que en ese momento conecté con mi propósito y nada ni nadie me haría desistir de él. Fue una mezcla de emociones tan expansivas que pareciera activaron mis dones y todos sabían cómo contribuirían por el resto de mi vida en mi propósito y el cambio que quiero generar en el mundo a través de:
Activar el poder de las historias de más agentes de cambio como Feña y Gilda, guiándoles a honrar su esencia para que den su salto de consciencia, con el que logren compartir con su voz auténtica el impacto de sus emprendimientos conscientes.


¿Quieres saber más de cómo se vivió la experiencia?
Disfruta en este link el video oficial de Balloon Chile 2014 en Valle Colchagua.
Antes de despedirme, te dejo estas páginas del libro de Howard Schultz, Onward. Un libro que después de regresar de Chile tomé como mi ancla por sus historias, lecciones e inspiración para atreverme a seguir mi camino como emprendedor.


“Hay momentos en la vida en que reunimos el coraje para tomar decisiones que van en contra de la razón, el sentido común y el consejo de personas en las que confiamos; aun así nos lanzamos a ello porque, a pesar de todos los riesgos y los argumentos racionales en contra, creemos que el camino que tomamos es el correcto y el mejor. Nos negamos a ser meros espectadores aunque no sepamos con exactitud a dónde nos van a conducir nuestros actos.
Es esa clase de convicción apasionada que hace nacer romances, la que gana batallas, la que conduce a la gente a perseguir el sueño que otros no se atreverían siquiera a soñar. Creer en nosotros mismos y en lo que está bien nos catapulta por encima de cualquier obstáculo y nuestra vida empieza a desplegarse ante nosotros.”
Estas palabras marcaron para mí un antes y después, me mostraron que uno de los mayores líderes de negocio también puede marcar la ruta más auténtica para su empresa y entregarle un nuevo propósito. Howard le regresó el alma a una empresa que antes tenía un crecimiento acelerado y desinteresado por su gente, luchó con pasión y convicción por darle vida a un sueño que nació de una plática con un sabio barista italiano que le preparó un espresso perfecto y le fidelizó con su ritual y atmósfera de comunidad. Desde ese amor puro por su compañía y sentido de pertenencia inspiró una nueva cultura organizacional y de impacto global.
Desde esa firme creencia de que se podía generar un cambio a cualquier tipo de escala es que aposté con mis Fellows: Karen & Joshua a emprender en México esta misma historia de impacto que vivimos en Chile y que posteriormente cambió la vida de +180 personas en varias partes del país, tanto replicando esa experiencia con emprendedores en comunidades rurales, como en programas de innovación para mujeres emprendedoras y de negocios sociales para jóvenes universitarios.
Y si bien, luego de 10 años ya no estoy a full en el camino del emprendimiento social, todas las historias de los emprendedores y las metodologías que se diseñaron e impartieron en +200 talleres siguen siendo parte de mí, tienen su espacio en mi corazón y las sigo compartiendo a aquellos que tengan la curiosidad y la intención de brindarle un significado a sus negocios conscientes.
Porque la visión de impacto no se pierde, quiero aportar con Zåjni el cambio que quiero ver en el mundo, solo que ahora más allá del emprendimiento e innovación social creo sin duda alguna en que primero hay que “ir adentro” para fortalecer esa visión y sostener un negocio que requiere de coraje, pasión y propósito.
Es por eso que hoy la forma que tiene mi propósito es la de compartir acerca del Storytelling Consciente y el Diseño Humano para que guiarte a creer en esa visión, atender tus llamados del alma escuchando tu intuición, seguir tu ruta auténtica y juntos desplegar ante la vida nuestros más grandes sueños, con la sabiduría que encontramos en el autoconocimiento, el amor propio y los saltos de consciencia.
Un abrazo, Josh
- #YNWA
P.D. Gracias a los Fellows y Equipo Balloon por compartir conmigo hace 10 años una de las mejores experiencias de mi vida. Les extraño y deseo emprender con ustedes pronto.
Josh no sabes cuánto me emocionó leerte! 🩷 me transportó al 2014 cuando me fui de voluntariado a Brasil (de hecho me inspiras a escribir esa historia) y conecté mucho con ese sentimiento de lanzarse a una aventura sin tener idea el cómo, sólo dejándonos guiar por el corazón.
Amo el poder de las historias, el cómo se entrelazan y con el alma puesta ahí, van impactando positivamente a las comunidades y transformando al mundo 🌎🌱
Qué alegría las historias de Feña y Gilda, y qué ganas de conocerlas 😍 Qué gratitud debes sentir por haber sido un valiente impulsor y un valioso aporte en su camino (emprendedor y de vida).
A por más historias de impacto, coraje e intuición ✈️✈️✈️ abrazos y feliz de recibirte en Chile e ir por unos completos si decides regresar ajajaja