Los Hilos que tejen nuestra vida
El acto de tejer nos inspira a vivir de manera más consciente, reconociendo que cada hilo que añadimos al tapiz universal es único y significativo.
Hace un par de semanas descubrí un patrón de salto de consciencia en una de mis sesiones con mi terapeuta. Que la invitación a dar el salto se manifestaba a través de una palabra(s) con un significado oculto o una invitación al cambio. Esta palabra clave llega en sincronicidad y detona un proceso de autodescubrimiento, a la vez que activa mi curiosidad y estado de atención plena.
En este año lo he visto alrededor de palabras como: pilar, combustible/gasolina, florecer, flexibilidad y constelación. Estas suelen integrarse en mis rutinas a lo largo de semanas o meses para luego conectar los puntos de sus experiencias y enseñanzas, y entonces actuar según se hayan activado mis dones o tenga la apertura a las posibilidades frente a mí luego de navegar en mi viaje consciente.
En estas últimas 3 semanas empecé a notar como aparecían las palabras “Hilos” y “Tejer” desde diversos estímulos, tanto en conversaciones casuales como en libros o reels con frases de este estilo: “jalar el hilo de esta idea”, “el hilo que me ayuda a sostenerme y sanar mi herida”, “deshacer el nudo de estos hilos que me impiden fluir”, “soltar los hilos del pasado que ya no sirven a nuestro propósito”, “entrelazar nuestra pasión y propósito en el tejido de nuestra vida”.
La vida me sorprendía y me traía esas frases en momentos aleatorios o incluso daba señales más claras cuando mostraba frente a mí un objeto de inspiración que representaba alguna de esas palabras, como por ejemplo: una prenda tejida a mano por manos mexicanas que llamó mi atención en mis recientes vacaciones y que tenía justo los colores y diseño que hace tiempo buscaba. Aunque la primera y más relevante sincronía llegó 6 semanas atrás con el primer objeto que fue el libro que me recomendó mi maestra de yoga (@_andrearazo) llamado “Tantra of the Yoga Sutras”. Si bien lo comencé a leer (y ya lo terminé) hace 2 semanas, en los primeros capítulos aprendí que la palabra Tantra, proveniente del sánscrito, tiene una traducción como la acción de “tejer” esos hilos (sutras) que forman la trama, los patrones, el bordado que la simboliza unión, la interconexión del todo.
Alan Finger, autor del libro, describe cómo vernos como parte de un todo donde cada hilo, de nuestra práctica de yoga y cada una de nuestras experiencias en la vida, contribuye a un tapiz más grande de crecimiento y evolución espiritual. Tomé perspectiva de que el acto de tejer también implica una elección consciente y una intención clara. Al igual que un tejedor elige sus hilos y su patrón, también como estudiantes de yoga, elegimos cómo integrar las enseñanzas de los sutras en nuestra vida. E independiente de si practicas yoga o no, elegir así de diferente nos une al tejido universal con nuestra singularidad, la que contiene nuestra esencia y propósito único, reconociendo que cada acto de nuestras vidas tiene un impacto trascendental en otros e incluso que va más allá del tiempo de una vida.
Cuando tejemos con intención, cada puntada que añadimos ayudamos a crear un mundo más conectado, sabio y lleno de múltiples significados. Y creo que desde esa visión podemos encontrar que el arte de tejer también se ha convertido en herencia de muchas culturas, así como lo ha sido el mismo hilo en mitos y relatos que nos han acompañado a lo largo de la historia de la humanidad.
Por ejemplo, en las comunidades indígenas de México y Latinoamérica, tejer es mucho más que desarrollar una técnica; es una forma de narrar historias y preservar tradiciones, nuestras tejedorxs ven los hilos como un recurso para honrar sus antepasados y la historia que los distingue, lo ven como un material único (y hasta sagrado) con el cual entrelazar esta esencia en cada puntada.
Otras referencias que llaman mi atención vienen de la mitología europea con las moiras y las nornas que recuerdan lo efímero e impermanencia que existe en la vida, la conexión y responsabilidad que hay en nuestras acciones en el pasado, presente y futuro, o de cómo se unen nuestras vidas con las de otras almas cuando estas figuras entrelazan nuestros hilos y se teje el destino que solo ellas conocen.
Ahora bien, consciente de lo que para mí significan las constelaciones, me inspiro del mismo contexto y comprender que cada hilo por sí solo puede ser todo y a la vez verse como algo aislado, pero que al unirse con otros genera una “narrativa cósmica”. Esos hilos que son la representación de experiencias, personas, las infinitas posibilidades, que al entrelazarse con sabiduría y amor crean una red que activa el poder del storytelling consciente al unir los puntos de las decisiones que hemos tomado, de esas elecciones que hoy hacemos diferente, de esa apertura para transformar las heridas en nuevas oportunidades de crecimiento.
Todo ello me inspira para tomar un nuevo viaje consciente, guiado por el simbolismo de estas dos palabras y convertirlas en mi faro para esta nueva aventura hacia un salto de consciencia, ya sea que al final del camino sienta un llamado del alma, tenga nuevas herramientas para dar un nuevo salto de fe o conecte a otro nivel con el significado de mi propósito.
Independientemente de lo que descubra al final, tendré de nueva cuenta la oportunidad de entrelazar los hilos de una narrativa desde la consciencia de que…
En el tejido universal cada uno de nosotros es un hilo único y necesario. Al unir las piezas rotas de nuestra esencia, no solo restauramos nuestra integridad, también reforzamos el tejido mayor al cual pertenecemos. Cada experiencia y desafío que enfrentamos añade textura y profundidad a ese tapiz, mostrando que nuestras imperfecciones son tan valiosas como nuestras fortalezas y tienen un valor que sólo uno mismo puede aportar.
El tejido universal está en constante evolución. Soltar los hilos del pasado que ya no nos sirven nos permite tejer un nuevo camino que refleje nuestra esencia auténtica y nuestras aspiraciones presentes. Este acto de soltar y crear es un proceso dinámico que asegura que el tapiz de la vida se mantenga vibrante y relevante.
Un hilo que refuerza y sana el tallo de una flor rota es un recordatorio de que somos resilientes y vamos a buscar restaurar el equilibrio. Cada vez que trabajamos en nuestra propia sanación, ayudamos a sanar las fracturas dentro de nuestro bordado interno, aportando estabilidad y armonía al tejido universal del que también somos parte.
Cada fragmento de nuestra alma representa un hilo que puede haberse desgastado o roto con el tiempo. Al conectar y sanar estos hilos, permitimos que nuestra alma vuelva a brillar, añadiendo luminosidad al tejido universal. Esto refleja la idea de que nuestra sanación personal impacta el bienestar colectivo, fortaleciendo la red de conexiones que nos une a todos.
Tejer con el corazón lleva a que cada acción y decisión esté cargada de intención y amor. Es el acto de entrelazar nuestra pasión y propósito en el tejido de nuestra vida, asegurando que nuestras creaciones reflejen nuestra autenticidad y nuestra luz interior. Al tejer de esta manera, contribuimos al bienestar del tejido universal.
Es por ello que para este nuevo viaje consciente, y próximos en el futuro, voy a tejer un tapiz fuerte y flexible, hermoso en su complejidad y significativo en su propósito. Este tapiz, tejido con hilos de sabiduría, energía y conexión, me sostendrá e inspirará un camino de crecimiento y realización incluso espiritual.
Imaginaré que sostengo en mis manos un puñado de hilos, obtenidos de la esencia misma del universo, y que con ellos tejeré los fragmentos de mi alma que desean brillar de nuevo, uniré las piezas rotas de mi esencia, sanaré cada cicatriz de mi historia con compasión para luego resaltar la belleza de su imperfección.
Tejer se convertirá en un arte que nace del corazón, un acto de valentía y co-creación. Cada puntada es una elección, una invitación a explorar infinitas posibilidades. Al jalar los hilos de la vida, atraeré conversaciones, personas y experiencias que revelarán ante mí múltiples caminos para mi crecimiento.
Este acto de tejer fortalecerá mi sistema de creencias y valores, creando una red de energía interna que me nutra y que a su vez una los sueños de otras almas afines desde la sincronía, sin esfuerzo, confiando en que cada hilo se entrelazará en el momento idóneo y con una intención genuina.
Esta reflexión o integración que he tenido a lo largo de estas semanas también ha llegado a modo de invitación para que descubras, a través de este acto y en tu propio viaje consciente, la capacidad infinita que tienes de sostener, de conectarte con tu ser, de sentirte parte de un todo y expandirte con el mundo que te rodea. A que con cada hilo, cada puntada, cada patrón que diseñes dejes un legado y que el bordado y tapiz que resulte simbolice el significado profundo de tus acciones intencionadas, de la conexión con tu propósito, de tu contribución a otros.
Esta reflexión está inspirada y dedicada a mi abuelita Doña Rafa, que hace unos días subió al cielo a sus 93 años de edad. Una mujer resiliente que encontró en su pasión por coser a máquina y tejer bordados una forma de expresar su amor y voluntad para darle una infancia digna a sus 9 hijos.
Una mujer a la que siempre le admiraré su tremenda fortaleza para superar 2 tratamientos contra el cáncer y luego continuar por muchos años más como si nada la hubiera debilitado. Una abuelita a quien vi reír por la alegría que le traían sus nietos y bisnietos. Una tejedora creativa y tenaz a quien veía ponerse de pie por sí sola para caminar siempre con esperanza, con ánimos de que nada la detuviera y con el orgullo de sentirse independiente. La matriarca de la familia que, literal, hasta el último suspiro nos recordó que Dios siempre nos acompaña y protege en los momentos de mayor adversidad.


Con cariño para ti abuelita Rafa,
Un abrazo, Josh
- #YNWA
Tejer con el corazón lleva a que cada acción y decisión esté cargada de intención y amor.
Josh, ame esa frase y me la llevo para que todo lo que haga sea una consecuencia de amor. Te mando un gran abrazo y gracias por compartir un pedacito de ti en esta reflexión dedicada a una gran mujer. ¡Gracias, amix!
¡Qué lindo! Mis bienes más preciados son los tejidos que me hacía mi mamá de chica y que ahora usa mi hija. Con tu entrada, les añado miles de significados nuevos que les dan aún más valor. ¡Gracias1