Mi Corazón no se Rompe
Una carta de despedida al Faro que me ha guiado como Emprendedor Consciente.
A mi Faro…
Llegaste a mí en marzo 2023, en una de esas últimas tardes reflexivas y calurosas en Los Cabos al final del inolvidable campamento de @aldea.camp. Con distintas señales me habías llevado sutilmente a nuestra cita en esa sesión de shadow work guiada por @sofia.mellano.
Te descubrí en una visualización en la que conecté con aspectos, creencias y versiones de mí que requerían de mayor compasión y que pedían no sentirse rechazadas. El lugar en el que todos ellos encontraban refugio era justamente contigo. Al recibirme en tu espacio, pude dialogar con esas sombras y generar un punto de inflexión en mi narrativa. Con mucho amor me dejaste ver lo que requería para dar mi Salto de Consciencia y trascender la confusión y el miedo que sentía antes de dar mi Salto de Fe.
Al día siguiente de esa sesión, agradecí en voz alta el regalo que me habías brindado y lo compartí con los expanders que en esos días me acompañaban en el campamento. En ese entonces tomé una decisión que solo venía esperando la oportunidad para salir a la luz:
Regresar a mi Ruta Auténtica para Emprender la Historia que me Honre.
Y contigo mi faro, desde la mente y el corazón, fue más sencillo dar el primer salto y prepararme a dejar mi trabajo tradicional y embarcarme como solopreneur & soulpreneur a inicios de junio de 2023.
A un año desde que caminamos juntos en esa ruta, te escribo con el corazón lleno de gratitud y recuerdos. Eres más que una simple figura en el logotipo de mi marca, has sido una luz que ha iluminado mi camino, un símbolo de esperanza, dirección y claridad.
En los momentos de duda, tu luz a la distancia me recordó el significado de mi emprendimiento y seguir honrando mi esencia para inspirar a otros. Has sido mi compañero constante y confiable en el viaje de creación de Zåjni.
Cada vez que me sentía perdido o con ganas de abandonar mi camino, solo tenía que mirar hacia ti y encontraba la ruta para perseverar y llegar a ti. Tu resplandor me dio la fuerza para seguir adelante, para confiar en mis dones y en mi sabiduría interna. Me recordabas que tu luz era un reflejo de mi propio brillo. Ese entendimiento trajo una nueva perspectiva, permitiéndome compartirme y extender mi luz cada vez más.
Hubo días y noches en las que la tormenta parecía interminable y la duda amenazaba con apagar mi espíritu emprendedor. En esos momentos, tu luz atravesaba la oscuridad, como una promesa de que siempre hay un camino, incluso en los tiempos más complejos. Me enseñaste a ver mi don de la tenacidad, a mantener la fe y a ser más curioso para ver la belleza en la lucha, para rendirse al caos, para encontrar fortaleza en la adversidad.
Empecé a confiar profundamente en mi intuición, en esa voz interior que siempre había estado allí, pero que a veces dudaba en seguir. Tu me diste el coraje para atenderla, para tomar decisiones basadas en lo que realmente sentía y creía, en lugar de lo que los demás esperaban de mí o lo que se supone debería haber hecho.
Tu luz también fue un símbolo de comunidad y conexión. Al igual que un faro guía a los navegantes hacia un puerto seguro, tú me recordabas que mi trabajo no era solo para mí, sino para los demás. Me recordaste valorar el impacto de mis acciones, a entender que cada paso que doy puede inspirar a otros a encontrar su propio camino. Ese sentido de propósito y servicio se convirtió en el corazón de mi emprendimiento, y siempre estaré agradecido por ese recordatorio de mi misión.
Ahora en este punto de mi viaje, llegó el momento de evolucionar sin perder mi esencia. Mi branding se transformará, adoptando las Constelaciones, Polaris y el Ermitaño como nuevos pilares que generen una conexión más intuitiva con un todo, con una guía universal, con un propósito más profundo. Sin embargo, en cada uno de ellos encuentro reflejos de lo que representas.
Las constelaciones me hablan de unión y de navegar por nuevas rutas. Así como tú me has iluminado, ahora es el momento de mirar las estrellas y encontrar nuevas formas de orientación y sentido. Las constelaciones me recuerdan que formo parte de un todo más grande. En cada estrella, cada punto de luz en el cielo, reconozco que estamos todos conectados y que nuestras historias están entrelazadas, que hay abundancia en sus lecciones.
Ambos son símbolos de dirección, mientras las constelaciones proporcionan un mapa para regresar a mi esencia, tú me orientas con una luz terrenal que siempre vale la pena buscar. Representan la dualidad de la guía: mientras las constelaciones me da la claridad para reivindicarme con mi historia y conectar con lo divino, tú provees esa ruta de inspiración para explorar con curiosidad.
Polaris al igual que tú, brilla con una luz constante, un punto de referencia en el vasto cielo nocturno. Me recuerda la importancia de mantener el rumbo, de seguir adelante incluso cuando el camino es difícil. Polaris me habla de la perseverancia y la tenacidad, de la fortaleza interna para navegar a tus sueños.
Polaris, con su posición inmutable, me recuerda la importancia de tener una visión clara y significativa, algo que me oriente a lo largo de mi viaje. Tú con tu luz brillante, simbolizas las decisiones y acciones concretas que tomo para alcanzar mis objetivos. Necesito de ambas guías: la visión a largo plazo de Polaris y de tu la disposición anclada a mis valores e ideales, sin cuestionarlos.
El Ermitaño, con su sabiduría representa un camino de introspección y el impulso a evolucionar. Me demuestra que mi luz interior reside en escuchar mi voz auténtica y confiar en mi intuición. El Ermitaño me recuerda que la luz que busco está dentro de mí, que no hay que temer la oscuridad; al contrario, la utiliza como un espacio sagrado para encontrar claridad y propósito.
Con su linterna, el Ermitaño alumbra su propio camino y, simbólicamente al igual que tú, ofrece guía a otros que también están en su propia búsqueda de significado. Su fuego simboliza el ritmo en que queremos avanzar y la pasión que tenemos dentro, esa energía en la que me renuevo constantemente para dar mis Saltos de Consciencia. Tú a la par me aconsejas y me proteges de los peligros, me haces sentir esperanza y seguridad ante la incertidumbre.
Como ves, este cambio en mi branding no significa que te deje atrás. Tu luz sigue brillando en mi corazón, integrándose en estos nuevos símbolos que ahora me acompañarán. La esencia de lo que eres y lo que has representado permanece intacta, y siguen marcando mi Ruta Auténtica como Emprendedor Consciente.
“Mi corazón no se rompe con esta despedida”
…porque tú eres una chispa eterna que seguirá inspirándome en mi viaje. Te has ganado tu espacio, y cómo sabes, nada ni nadie lo reemplazará. Esta frase resuena recordándome que mi norte, mi verdadera sabiduría, mi historia permanece encendida ante los desafíos. Gracias a ti puedo seguir mi Ruta Auténtica siendo perseverante, curioso y apasionado, y con la certeza de que mi intuición me susurrará en cada etapa de mi viaje consciente.
Gracias Faro por haber sido mi esperanza, mi dirección y mi claridad.
Hoy honro tu luz y tu esencia en cada paso que doy. Hoy nos celebro porque juntos hemos dado un Salto de Fe alineado a nuestro Propósito, y que seguimos expandiendo a Zåjni al escuchar nuestra Intuición.
Te llevo conmigo siempre, gracias por este año en que nunca caminé solo.
Con todo mi corazón, Josh
- #YNWA
¡Te felicito por tu capacidad de desapego de una forma tan bonita de algo que te ha dado tanto, pero que sabes intuitivamente que ya no es parte de lo que se viene!