Las Raíces de tu Escritura
¿Cómo brota el poder de tus palabras desde tus historias, creencias e ideales?



Hace más de 9 años tomé estas fotos en medio de la Sierra Mixteca de Oaxaca 🇲🇽. ¿Por qué estaba allá? Con mis socios de entonces (👋🏻 partners!) nos aventuramos a hacer un scouting en las comunidades de dicha región con la misión de reconocer el potencial para implementar en ese destino un programa de emprendimiento social que impulsara el desarrollo económico y turístico de la zona a través del traspaso de metodologías de innovación y modelos de negocio con impacto social.
De ese viaje, ya no sé qué sí son recuerdos reales y qué son sueños. Porque en mi memoria encuentro varias experiencias significativas que sólo a través de algunas fotos puedo confirmar lo que sí sucedió. Entre sueños están: las fiestas locales en las que nos recibían como si fuéramos parte de (y no extraños recién llegados a) la comunidad, las conversaciones con la gente que nos decían que eran felices con lo que tenían, la perspectiva de que hay mucha abundancia en medio de la nada, etc. Sé, más allá de las fotos, que adquirí un cariño especial por el mezcal (al conocer por primera vez de su proceso artesanal gracias la amabilidad de un emprendedor local), re-conecté con mi gusto por la fotografía, aumenté mi deleite por manejar horas en carretera y empecé a leer de marketing con propósito.
Te cuento todo esto porque el árbol de esta foto 📸☝️ lo encontré en dicho viaje. Porque lo que me llamó la atención de él, viene acompañado de esos recuerdos. Y así como pasa con la gente, no se puede decir que conoces bien a una persona sin saber de su origen, sin haber escuchado de su historia. Y por ello, este árbol es clave para lo que quiero compartirte hoy.
En esa tarde de verano, luego de una degustación local de mezcal, nos dispusimos a regresar a la estancia donde nos habíamos quedado para dormir. Las rutas para llegar a esas comunidades eran largas y silenciosas, manejamos por caminos de terracería durante horas y prácticamente sólo nos acompañaba el paisaje. Y en medio de todos esos cerros, en medio de ese entorno semi-desértico en el que solo se veía más que tierra, piedras y matorrales fue que apareció en solitario esa imagen que detuvo mi vida por un instante para asombrarme con un aha! moment que llegó a mi consciencia y darle más sentido a ese viaje, y que obviamente quise capturar con la intención de no olvidar lo que me transmitió:
Un árbol que destacaba entre toda la abundancia de la sierra. Un árbol que justo en ese instante recibía esa luz para re-alzar su pequeña altura y forma (que me recordó la del bonsai de las películas de Karate Kid). Un árbol que seguramente habrá soportado de todo en medio de ese clima y seguía firme. Un árbol que gracias a sus fuertes raíces seguiría creciendo y superando cualquier adversidad.
Ese árbol representó mucho de lo que aprendimos en ese viaje y de lo que viviríamos posteriormente como emprendedores sociales; más sin saberlo en ese instante de mi vida, esa foto representó lo que después formaría parte de mis creencias base, las que hoy nutren mi historia y por las que brotan mis creaciones.
“La belleza se puede encontrar en los rincones menos pensados”, “Puedo descubrir potencial donde otros solo ven carencia”, “Soy capaz de diseñar una vida sin prisa”, “Agradece los detalles más simples del momento presente”, “Puedo crecer en medio de cualquier adversidad”, “Permítete asombrar las señales que la vida te regala”.
🌱 Enraízarse en el Poder de tu Historia 🌀
Así como se destacó el árbol durante ese viaje, de la misma manera puedes darle sentido a tus proyectos creativos y emprendimientos conscientes. Tener esa figura, ese símbolo o “emblema” -o incluso un tótem- te hará notar que con el poder de su propia historia también te guía a activar la tuya. Desde esa relación podrás reconocer, cada que necesites, esos pilares de storytelling que trae ese elemento consigo, es decir: aquellas lecciones que te acercaron a conectar con tu propósito, aquello con lo que generaste un sentido de pertenencia, o esas experiencias por las que atendiste ese llamado a trascender y dejar un legado (una visión de impacto).
Un año antes de ese viaje por Oaxaca 🇲🇽, empecé mi ruta a vivir una vida con significado sostenido por dichos pilares, atendiendo un llamado del alma y de paso enseñando de design thinking con torres de malvaviscos en comunidades chilenas 🇨🇱. Fue en ese entonces que conseguí mi mayor emblema, mi raíz más fuerte (una pulsera de cuero que me regalo la emprendedora por la que descubrí mi propósito). Desde entonces en cada nueva experiencia elijo quedarme con símbolos de la conexión única de esa historia, ya sea: la frase inolvidable en un libro, la foto de un silencio memorable, una artesanía o un detalle singular de la naturaleza, etc.
En esa conexión surgen las raíces que fortalecen todo lo que brota de ti. Estas raíces que, más allá de las lecciones que le dan su forma, tienen el potencial de convertirse en las creencias base —inspiradas en la verdad de ese momento— que transforman tu vida. Aquellas que una vez pones en práctica y se integran en tu sabiduría se convierten en tus ideales, en tus mantras de vida, en las promesas que cumples para proteger a tu propósito. Ideales que luego serán los frutos que nutrirán las almas de quienes se sientan llamadxs a vivir con el corazón abierto en ellos (aunque el resto del mundo se resista a que salgan a la luz).
Las creencias base que te guían no son necesariamente las que el mundo te ha condicionado, sino aquellas que has aprendido en los momentos más especiales e íntimos de tu vida. Son las verdades que resuenan con tu corazón, que inspiran tus palabras y que, al compartir su impacto, se transforman en ideales. Estos ideales que brotan de los Saltos de Consciencia que has dado, esas veces que te has atrevido a mirar más allá del miedo, más allá de las dudas, para tener el coraje de experimentar una nueva forma de sentir el mundo.
Así como en la película “Inside Out 2”, una emoción por sí sola no elige qué recuerdos contribuirán a nuestro sistema de creencias, más bien al integrar todo lo que enciende nuestro corazón es que formamos nuestro sentido de identidad.
Este sistema de creencias (tanto el que expone Pixar, y claro el de nosotros mismos) no es estático; como un árbol, sus raíces se extienden y se adaptan a los cambios del terreno. Del mismo modo, Riley en la película, atraviesa una etapa de varios puntos de inflexión en los que su sentido de identidad es puesto a prueba antes de evolucionar. Su identidad va mutando, su sistema de creencias absorbe cada nuevo recuerdo (excepto los que alegría y ansiedad excluyen en un inicio) y ya no solo se basa en sus islas de personalidad. Riley ahora enfrenta el mundo con emociones más sabias y unidas, al seguir su propia brújula y aprende a encontrar valor en cada uno de sus recuerdos y así darle un significado a sus experiencias.
Nuestras historias, no importando si son instantes magníficos o relatos que por su dolor dejamos al fondo de nuestra mente, son los hilos que tejen nuestra consciencia y cada uno —sin excepción— tiene lecciones transformadoras que al entrelazarse crean una red con la que accedemos a nuevas experiencias y descubrimos las infinitas posibilidades que implica dar más saltos de consciencia.
Al hacerlos, estas historias y creencias ya no solo muestran el camino a seguir, también son las semillas que nutren a quienes se acercan a leer lo que brota de ti.
💗 “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste,
pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir.”
- Maya Angelou
🌱 Las Raíces por las que Brota el Poder de tu Escritura ✍️
¿Qué pasaría si en tu práctica de journaling de hoy respondes esto?…
¿quiénes o cuáles son los emblemas que le dan un significado a tus historias?
¿cuántos recuerdos has dejado de lado para que no formen parte de tu relato?
¿qué creencias base son la luz de aquellas experiencias que te han transformado?
¿qué ideales han surgido de esos saltos de consciencia y inspiran a otrxs (y a ti)?
Estas preguntas no solo te invitan a recordar, sino a profundizar en el origen de lo que verdaderamente define tu esencia y tu forma de escribir. En cada línea, la escritura revela verdades que siempre han estado en nuestro corazón, esperando a brotar en el papel, esperando a desarrollar su potencial y tener una vida propia.
Estas respuestas vienen de aquellos puntos de inflexión que dejaron una huella imborrable en tu ser. Al prestar atención a ellas, te das cuenta de que tienen el poder de sostener lo que eres, el poder de nutrir tus palabras con lo esencial y lo significativo. Estas raíces están arraigadas en nuestro storytelling, en las emociones que te provocan, en tu perspectiva única de impactar en el mundo.
Como escritorxs intuitivxs compartimos estas respuestas desde un lugar de autenticidad y vulnerabilidad, sin necesidad de corregir u ocultar parte de nuestra historia, sino con la intención de conectar profundamente con nuestros lectores (y con nosotros mismos) para servirles de guía y siendo portadores de sincronicidad. No seguimos las normas establecidas de lo que “debería” ser la escritura, sino que nos dejamos llevar por lo que resuena con nuestro corazón y nuestra intuición, permitiendo que nuestras palabras sean un reflejo de nuestra verdad. No vamos a imponer nuestras convicciones, sino que las ofrecemos como un faro que ilumina la Ruta Auténtica para quienes están listxs para emprender la historia que les honra.
Al compartir nuestros emblemas, nuestras sombras, creencias e ideales es que abrimos el libro de nuestra vida para dar ejemplo de nuestras luchas y aventuras, para mostrar nuestros anhelos más profundos y aprendizajes más relevantes. Nuestras historias desafían lo literal y la lógica, se inspiran en la metáfora, la ficción, la poesía o símbolos para transmitir lo que las palabras a veces no alcanzan a explicar pero sí logran hacer sentir. Sabemos que hay un poder en lo invisible, en lo no dicho, y por ello nos apoyamos en nuestra intuición para dejar que lo esencial surja de manera natural y genuina; para que nuestras palabras fluyan y trasciendan en esos corazones que desean latir con pasión.
Es nuestra convicción escribir sin miedo al juicio, porque reconocemos que lo importante no es el aplauso o la validación externa, porque creemos firmemente en el impacto que generamos en las almas que resuenan con nuestro mensaje. Escribimos para provocar reflexión, para invitar a otros a mirar hacia adentro, a cuestionarse, a descubrir y expresar su verdad.
Esto es lo que florece al responder las preguntas que simbolizan nuestras raíces.
Las raíces de tu escritura también están profundamente ligadas a tus dones, más eso será un tema especial de próximas reflexiones (y algo más que pronto saldrá a la luz 🤭🤫) porque quiero compartírtelo desde la perspectiva que sabes que me encanta de Diseño Humano, y por obvias razones me extendería demasiado.
Así que por mientras cierro esta reflexión invitándote a que (en esta etapa del año de tanto movimiento interno, de cerrar ciclos y de plantearse nuevos comienzos y relaciones) vayas adentro y reconozcas en tu historia aquello que te sostiene, que te nutre, lo que hace florecer desde un flow creativo (ya sea en tu escritura o cualquier otro proyecto que tengas por emprender).
Estas raíces dan fuerza a tu voz y te aseguro que hoy es lo que más anhelan escuchar nuestros corazones, para también confiar en el poder de nuestras propias palabras, en nuestro potencial creativo y nuestro propósito para con él.
Me atrevo a hablar por los demás, para recordarte que necesitamos de tu esencia, que SÍ importa lo que compartes, que eres vistx y queremos conocer más de tus historias. Tus creencias e ideales son la luz que nuestras almas desean encontrar en este vasto océano de incertidumbre y melancolía por el que estamos navegando.
Un abrazo, Josh
- #YNWA
Y como sabemos nuestros dones?