La Naturalidad y Curiosidad de mi Voz
¿De dónde viene mi miedo y deseo de expresar lo que soy y siento?
Atreverme a expresar lo que soy y siento, me ha generado mucha amargura y a la vez ha abierto sin fin de caminos en mi vida hacia mi más alto destino.
La amargura tanto por el juicio, como por creer que no tengo nada valioso que decir. En especial cuando mis sentimientos están involucrados y tengo el miedo de que si los expongo seré rechazado, o que ya no perteneceré a mi tribu ni entorno, o que también perdería lo que he logrado en mi vida. La abundancia porque siento la entrega que le doy a la vida en lo que expreso y a cambio me muestra un reflejo que me enamora y a la vez deja impacto en otrxs.
No poder expresarme desde mi autenticidad, vulnerabilidad y con toda mi luz es una herida que vengo a sanar en esta vida, está presente en mi Quirón, ese planetoide que muestra qué temática se repite en cada reencarnación hasta que se detenga la cadena de reacción de ese karma.
Quirón desde Diseño Humano es…
Una de las “rutas” desde la que encuentras la claridad y aceptación en tu historia para resignificar tu narrativa interna y profundizar en tu propósito de vida.
Está en mi Puerta 12 del Centro Energético de la Garganta y me invita a reconocer que mi voz es una expresión del florecer(ser) de mis intenciones, que no lucha por encontrar las palabras o el momento para compartirse.
Es una voz que honra con cautela y paciencia su proceso creativo; desde la consciencia emocional sabe proteger la integridad y belleza de mi mensaje, y en especial lo sostiene desde la conexión espiritual en las sincronías y poder divino.
Quiero creer que muchos hemos sentido el dolor de esa herida por ser “diferentes” y no lograr expresar nuestra esencia; en especial los que hemos crecido siendo introvertidxs, los que nos guardamos nuestras creaciones e ideales o aquellxs que por elección propia preferimos tomarnos tiempo en la quietud por no contar con la suficiente energía (y también la voluntad) para socializar (típico de Proyectores).
No tengo recuerdo de que de niño o adolescente me hicieran sentir menos por expresarme; es más, a mis compañerxs les sorprendía escuchar la potencia y tono de mi voz en concursos de declamación y oratoria, les asombraba verme bailar o tocar algún instrumento sin el pánico escénico. No hubo bullying o palabras que me desanimaran a mostrarme y tampoco hubo una reacción de rechazo.
Mis papás no eran referentes de inspiración en este aspecto y mucho menos para sobresalir con él en la vida, pero tampoco me prohibían este acto de amor. Es más incentivaron que fuera a mis clases de piano, coro y artes plásticas. Habilidades y talentos que ya en la universidad recuperé aprendiendo con dedicación a tocar guitarra, piano (otra vez) y percusiones. E incluso la música en mí también quiso ser explorada al bailar salsa con mi ex-novia (a quien le escribía canciones).
Si tenía el apoyo y el deseo, entonces ¿de dónde venía la herida?. No sé en qué momento, en verdad he buscado pero no encuentro algo que me diga cuándo llegó todo a mi mente y creó una narrativa en la que me repetía las creencias de que mi voz no importaba, que mi cuerpo era torpe para expresarse, que mis emociones no tenían un lenguaje en la poesía o la música, que cada una de mis expresiones no eran suficientes para conectar con otros, que lo mejor era controlar qué y cómo decir lo que aprendía, lo que opinaba o lo que me movía por dentro. Todo obstáculo lo ponía yo por un miedo sin sentido dentro de esta vida. No sé que pasó en las anteriores, pero en esta me he demostrado que bastaba con abrir el corazón y dejarlo ser en su zona de flow, en su creatividad, en sus emociones y permitirme crear mis espacios donde brillar más, y no encajar en los de otrxs.
Con el paso de los años, ya como emprendedor social descubrí el gozo y pasión por dar talleres, workshops, asesorías y conferencias en relación al propósito, modelos de negocio y visión de impacto. A los 26-28 años una vez que descubrí mi propósito, me expuse cientos de veces a personas de todas las edades, nivel educativo, clase social, etc. y en especial con múltiples anhelos de crecimiento, ilusión por aprender y una alta curiosidad por el tema innovador del que les compartía con base en mis experiencias. Pero a mis 29’s me “guardé” luego de navegar por una de las etapas más depresivas de mi vida.
Fue hasta que a los 32’s que, siendo mentor de una emprendedora cósmica, emergí de mi abismo y re-conecté con mis raíces, con mis creencias y con mis ideales de vida en el poder de las historias. Gracias a lo que ella también me enseñó sobre su proyecto, tuve un punto de inflexión para con mi energía femenina, comprendí mucho de lo que me aportaba desde su sabiduría sagrada y fui más consciente de llevarla al balance con mi energía masculina. No te lo imaginas, es difícil de explicar, pero desde ese estado del ser accedí a tanta vitalidad que me fue ligero y emocionante llevar de nuevo mi voz y mensaje a comunidades y plataformas de diferentes magnitudes en las que mi propósito de servicio tomó nuevas formas y volvió a ser reconocido, tal como mi alma lo reconoce con claridad y fuerza.
A los 33’s llegó el burnout emocional y físico derivado de la pandemia, parecía que otra vez empezaba de cero. No tenía energía, motivo, ni intención genuina de expresarme. Mi cuerpo cobró factura de todo el daño de no procurar su bienestar y apagar su brillo. Tenía que elegir diferente, le pedí al universo sostenerme, cambié de trabajo y poco después (luego de otra prueba de la vida para con el estrés y la ansiedad) se manifestó la invitación a recibir el Yoga desde el amor propio para traer paz y sanación a mi ser de manera definitiva.
A mis 35’s llegó el llamado del alma para conectar con mi intuición, integrarla en el día a día para luego mostrarle a otrxs cómo aprender a escucharla y darle el lugar que merecen sus susurros. En conversaciones con mi intuición, ella me contó que ya me había acompañado desde mucho antes en los saltos de fe más significativos y que su voz era un reflejo de la confianza y magia que tengo en mi cuando libero mi voz auténtica.
A los 36’s hallé más sentido a la vida y regresé a la versión más auténtica de mí gracias al Diseño Humano un sistema de amor propio, autoconocimiento y consciencia que he experimentado con mucha curiosidad y apertura para diseñar una vida llena de vida y en la que provoco a mi alma a brillar y expresarse desde su esencia.
Desde hace 4 años que la relación con mi cuerpo y mi voz van sanando, ni que decir la de la mente y el alma. Con el Yoga he tejido los hilos que fortalecen la relación conmigo y mi evolución física, emocional y espiritual. En Diseño Humano tengo las rutas para activar mis dones, conciliar con mis sombras, confiar en la inacción y las sincronías divinas de la vida para tomar decisiones alineadas. Con el poder de las historias (o Storytelling Consciente) tengo la sabiduría para liberarme de creencias limitantes y la conexión con otros para compartirles una narrativa significativa que les inspire a su transformación. Mi Intuición tiene su voz en las plataformas de mi negocio consciente para guiarnos con su sabiduría a atravesar cada momento de incertidumbre (interna o externa), dejar de luchar con la vida y encontrar claridad en los ciclos de tus procesos de expansión.
Hoy te puedo decir que mi voz es la que une estos pilares de mi vida con sutileza, congruencia y propósito. En Octubre pasado (2024, al comenzar mis 37 años) te conté de mi intención de nutrirla a través de mis rutinas conscientes. Más ahora toca exponer cómo mi voz ha llegado un nuevo punto de inflexión para su liberación durante el YTT/TTC que tomé en India durante el mes de Febrero 2025.
Esta liberación tiene 5 aspectos clave y la he sentido en cada una de las capas de mi cuerpo, o como diríamos en el YTT, en los Koshas (aquellos que ya te he contado en mis cartas de cumpleaños 36 y 37): Físico (Annamaya), Energético (Pranamaya), Mental (Manomaya), Sabiduría (Vijnanamaya), Espiritual (Anandamaya).
…y para no extenderme más en esta carta, te invito a que leas la segunda parte (que pertenece a la serie del Viaje hacia el Infinito) en la que te contaré de las primeras 3 de estas capas liberadas a través de:
La Música a través del Cuerpo, los Mantras para Sanar y la Escucha en la Presencia.
La 4ta y 5ta capas tendrán su propia carta o mención especiales en próximas reflexiones de todo lo que ha sido mi experiencia en India.
Ya verás cómo me envuelve cada Kosha, más lo que te puedo adelantar es que la música, el arte visual y la presencia me han llevado a conectar a un mayor nivel con lo atractivo, potente, amorosa y sorpresiva que es mi voz.
Un abrazo, Josh
- #YNWA
Otras reflexiones en las que hablo de la relación con mi Voz Auténtica son:
WoW me dejaste sin palabras, hermosa tu voz y tú caminar para encontrarla, es
"tu hermosa canción del alma "
Amé cada pedacito de este escrito 🫀✨ ¡Qué carta más hermosa, Josh!